París, la Ciudad de la Luz, es el epicentro de la alta cocina y el refinamiento culinario. Con una tradición que se remonta a la época medieval, la gastronomía parisina ha sido un modelo de creatividad e innovación. Desde los croissants recién horneados hasta los platos más sofisticados como el foie gras, la capital francesa ha marcado tendencias culinarias que han conquistado la gastronomía europea.
La baguette es uno de los símbolos más reconocidos de Francia. Este pan largo y delgado se caracteriza por su corteza crujiente y su interior suave. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando Napoleón ordenó la creación de un pan que sus soldados pudieran llevar fácilmente. Hoy en día, la baguette sigue siendo un elemento básico en la dieta diaria de los parisinos y se encuentra en cada esquina de la ciudad, en las tradicionales boulangeries (panaderías). Forma parte de la gastronomía europea.
Aunque el croissant tiene raíces austríacas, se ha convertido en un pilar de la repostería francesa. Este delicioso pan de hojaldre está hecho con capas de masa y mantequilla, que se doblan repetidamente para crear su característica textura ligera y escamosa. Los croissants son imprescindibles en los desayunos parisinos y representan el arte de la pastelería francesa.
Este manjar, elaborado a partir del hígado de pato o ganso, es una delicadeza en la alta cocina francesa. El foie gras tiene una textura suave y un sabor rico y aterciopelado. Su historia en Francia data de siglos atrás, y su producción está protegida como parte del patrimonio culinario del país. Es comúnmente servido como entrante, acompañado de pan tostado o brioche. Un plato típico de la gastronomía europea.
Originaria de la región de Lorena, la quiche Lorraine es una tarta salada rellena de una mezcla de nata, huevos y tocino. Esta tarta ha evolucionado para incluir una variedad de rellenos, pero la versión clásica sigue siendo un favorito en París y en toda Francia. Se sirve caliente o a temperatura ambiente, y es una opción popular tanto en comidas formales como en picnics. Un plato típico de la gastronomía europea.
Este guiso de verduras provenzal es una celebración de los ingredientes frescos de la región. Hecho con berenjenas, calabacines, pimientos, cebollas y tomates, todo cocido lentamente con hierbas de Provenza, el ratatouille es un plato que destaca por su simplicidad y sabor. En París, se sirve como acompañamiento o plato principal, y es un ejemplo perfecto de la cocina rústica y saludable.