Roma, la Ciudad Eterna, es un mosaico de historia y tradición, y su cocina no es la excepción. La gastronomía romana es un reflejo de su legado milenario, con platos que han perdurado desde la antigüedad hasta nuestros días. Desde la sencilla pasta cacio e pepe hasta la sofisticada saltimbocca, la cocina de Roma es una celebración de la simplicidad y la calidad de los ingredientes locales.
La pasta alla carbonara es uno de los platos de pasta más famosos de Roma. Tradicionalmente, se elabora con spaghetti, y la salsa se hace con huevos, queso Pecorino Romano, panceta y pimienta negra. No lleva crema, a diferencia de algunas versiones internacionales. Se cree que este plato nació como una comida sencilla para los pastores de la región del Lacio, y ha perdurado como un clásico romano. Un plato típico de la gastronomía europea.
Este plato es uno de los más antiguos de Roma, hecho simplemente con pasta, Pecorino Romano y pimienta negra. Su sencillez es engañosa, ya que la técnica para crear una salsa cremosa sin aceite ni mantequilla requiere habilidad. Cacio e pepe es un testimonio de la filosofía romana de hacer que los ingredientes simples brillen por sí mismos. Típico de la gastronomía europea. Un plato típico de la gastronomía europea.
El nombre de este plato significa «salta a la boca», lo que refleja su delicioso sabor. Consiste en finas lonchas de ternera, cubiertas con jamón y salvia, cocinadas en una sartén con vino blanco y mantequilla. Es un plato que se encuentra en muchos menús romanos y es un ejemplo perfecto de la elegancia de la cocina italiana.
Los suppli son bolas de arroz rellenas de mozzarella, empanadas y fritas hasta que estén doradas. Son un aperitivo popular en Roma, a menudo servido en pizzerías y bares de aperitivos. Los suppli son similares a los arancini sicilianos, pero suelen ser más pequeños y están asociados específicamente con la cocina romana.